El reductor de velocidad portátil es utilizado como reductor temporal o semipermanente en ayuntamientos o policías locales, para eventos deportivos y controles, por fuerzas y cuerpos del estado, policías nacionales, ejército, bomberos... para controles de todo tipo, alcoholemia, estupefacientes, terrorismo... y también por los departamentos de prevención de las obras en aquellas ocasiones que no precisen colocar un reductor permanente, y que necesiten controlar la velocidad de los vehículos que pasan por la ejecución de su obra.

Este modelo de reductor de velocidad portátil (RVP) integra 26 módulos poliméricos en color amarillo, sobre una base de goma especial que asegura la estabilidad y adherencia del reductor e impide deslizamientos una vez colocada en el asfalto. Muy fácil y rápida instalación  y muy fácil y rápida recogida, incluyendo una bolsa que facilita su transporte y colocación en vehículos y almacenes. Gracias a las bandas reflectantes en cada uno de sus módulos hacen del RVP, un reductor muy visible.

Está diseñado para poder unirse con otro RVP, consiguiendo la medida necesaria a cubrir por el usuario.